El pasado día un lector me dijo que cómo sabemos que la Biblia no se ha cambiado con el tiempo. Esa pregunta se basaba en un artículo de hace unas semanas titulado: “No todo el que me dice Señor, Señor”, donde comentábamos que algunas religiones muy conocidas habían cambiado el texto original. Bien, para explicar eso, nos iremos al pasado.
Los escribas o copista de la Biblia, eran hombre muy cuidadosos (Esdras 7:6) cuando copiaban la Biblia…”contaban las palabras e incluso las letras para asegurarse de que su trabajo era impecable” (Anatomy of the New Testament).
Y para más inri esas mismas copias las hacían diez personas diferentes por si algunos de ellos tenían una errata. Comparaban las copias para detectar fallos. Eso nos asegura que la Biblia no ha cambiado ni manipulado. Y cuando alguien lo hace, se detecta en seguida, que eso era lo que algunas religiones muy conocidas lo habían hecho.
Eso nos indica que el mismo Jehová Dios es quien está detrás de que las Sagradas Escrituras haya llegado hasta nuestros tiempos tal cual se escribió hace miles de años. Así nos lo aseguró Él en el texto de la cabecera de este artículo (Isaías 40:8).
No obstante, y como he dicho en repetidas ocasiones, en un artículo tan corto como estos, es imposible dar toda la información. Es por eso que también en muchas ocasiones remito al enlace del sitio jw.org, donde se da una explicación mucho más amplia del tema.
Por ejemplo sobre este tema, hay diferentes artículos donde podrá leer sobre que se ha hecho para proteger la Biblia. En el siguiente enlace podrá ver: ¿Se ha cambiado o manipulado la Biblia? O la Biblia sobrevivió a los intentos de alterar su mensaje. Y muchos otros más.
El punto es que, si uno quiere encontrar a Dios, Dios se dejará encontrar (Hechos 17:27). Nadie nace sabio, todos tenemos que aprender y por eso Jehová Dios nos ha dado su libro, la Biblia, que es nuestro manual de como funcionamos. Aprender y aplicar los sabios consejos nos hace felices.
Si usted es una persona con inquietudes espirituales, ese es un gran paso y de ello depende la felicidad, tal y como dijo el propio Hijo de Dios (Mateo 5:3). Ahora es usted quien tiene que mover pieza. Saludos.